…Y no ha parado de llover..
Desde la ventana,
las lagunas, los lagos
los arroyos y los ríos
han vuelto a tomar su cause natural
atravesando el pueblo,
sin frenos, sin tapujos...
sin respeto
a las sendas peatonales
a las suntuosas avenidas populantes
a los canales intermitentes.
ni a las calles atestadas
El agua corrompe los cuerpos,
nos traspasa sin recelos
y bajando por las miradas
marca el perfil de las siluetas.
Este lluvioso occidente,
que nos recorre sin intimidad
por la nuca y atravieza
los arroyos y los ríos
han vuelto a tomar su cause natural
atravesando el pueblo,
sin frenos, sin tapujos...
sin respeto
a las sendas peatonales
a las suntuosas avenidas populantes
a los canales intermitentes.
ni a las calles atestadas
El agua corrompe los cuerpos,
nos traspasa sin recelos
y bajando por las miradas
marca el perfil de las siluetas.
Este lluvioso occidente,
que nos recorre sin intimidad
por la nuca y atravieza
erectando pezones
A lo lejos, después de la estampida
una urraca se seca al sol,
este sol insípido
que pronto nos arrebatará
de los pliegues de seda
del kimono de esta geisha
A lo lejos, después de la estampida
una urraca se seca al sol,
este sol insípido
que pronto nos arrebatará
de los pliegues de seda
del kimono de esta geisha